Los niños representan y se apropian del mundo y de la realidad a través del juego. En estos tiempos de incertidumbre y de emociones complejas, construir casitas les permite hacer sus propios “refugios” donde estar seguros y tomar cierto control de la situación. Nada de lo que hacen los niños carece de sentido y de capacidad para organizar su mundo emocional.
El juego libre y dirigido por los niños permite desarrollar recursos personales de resiliencia para hacer frente a las adversidades.
Solo necesitas telas, sábanas y pinzas para ropa (se consiguen en el super)
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