Las primeras clases con el nuevo profesor de biología Felix Klumpp de la Secundaria/Preparatoria del Campus Sur sirvieron para conocerse. Cada clase tenía la tarea de transportar juntos una pelota del punto A al punto B sin que se cayera al suelo. Pero, no fue tan fácil: el balón estaba sobre un anillo metálico con finos hilos de tela anudados a él, que actuaban como estante para el transporte. Los alumnos tenían que sujetar los extremos de los hilos de tela con ambas manos y sólo trabajando bien juntos podían equilibrar el ovillo y llevarlo a su destino final. Después de cada intento fallido, el equipo pensó en una nueva estrategia: levantarlo lentamente, luego no tirar demasiado fuerte y correr más despacio.
Al final, los grupos dominaron excelentemente la tarea y demostraron ser un equipo que funciona increíble. ¡Bien hecho!
Comentarios recientes