Los encuentros cara a cara, las risas compartidas y el intercambio directo no tienen precio, sobre todo en un mundo donde lo digital parece ocuparlo todo. Nuestros alumnos de 7º grado del Colegio Norte dieron un paso importante: dejaron los videojuegos a un lado y se sumergieron en los juegos de mesa tradicionales.
Ya sea en una partida de ajedrez, damas o cartas, estas actividades no solo estimulan la concentración y el pensamiento estratégico, sino que también fortalecen habilidades esenciales como la empatía, la paciencia y el trabajo en equipo. Un simple lanzamiento de dados puede generar un gran impacto en la convivencia y el aprendizaje compartido.










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