“Trata a las personas como si fueran lo que deberían ser
y así los ayudarás a convertirse en lo que son capaces de ser.”
Goethe
La situación actual nos mantiene ocupados y preocupados. Como adultos experimentamos incertidumbre, desconfianza, miedo, …. La rutina de todos en casa cambió de forma repentina y contundente; los niños se han perdido de la experiencia y convivencia en el Kindergarten y perciben todos estos cambios, no siempre logran expresar sus emociones con palabras y lo hacen con sentimientos de irritabilidad, rebeldía y berrinches.
Recordemos que un sistema de reglas, límites y consecuencias claras, congruentes y consistentes brindan al niño un medio predecible y seguro,
En la estructura de las actividades cotidianas que cada familia haya establecido, es importante que estén acompañadas de reglas y conductas esperadas considerando los tres rubros básicos: SEGURIDAD, CONVIVENCIA Y JUEGO. El niño entenderá que las reglas son por su seguridad, para que conviva armónicamente con los miembros de su familia y tenga reglas de orden básico en su juego, esto permite a los niños conocer qué se puede hacer y qué conductas no son apropiadas.
Las consecuencias deben estar relacionadas a la conducta inadecuada, de esta forma se generan aprendizajes. Por ejemplo: si ensucio, limpio; no puedo cambiar de juego si no he recogido o si peleo con mis hermanos, tengo que jugar solo por un rato. Evitar caer en gritos y regaños, sólo se aplica una regla preestablecida; y en caso de sentirnos muy alterados, tomar unos minutos para retomar la calma y regresar para dar el manejo más adecuado a la situación de conflicto.
Estos momentos también nos brindan la oportunidad para ser más flexibles. Antes de reprender por romper una regla o pelear porque coopere en las actividades del hogar, escolares o de rutina, hay que contener la emoción del pequeño: reflejarle el sentimiento que percibimos, nombrarlo y mostrarle empatía con sus frustraciones. A veces será necesario omitir alguna actividad planeada, dejarlo un día en pijama, ser más flexibles en actividades que normalmente lograría hacer por sí mismo, dejarlo jugar, dormir o moverse más. Habrá que afinar la intuición, empatía y flexibilidad para saber cuándo apretar y cuándo soltar.
En esta temporada, el objetivo será preservar sanas y amorosas las relaciones y los vínculos en la familia, las rutinas, actividades y el sistema de reglas y consecuencias, tanto positivas como negativas. Las consecuencias lógicas serán la referencia que darán contención a las nuevas dinámicas de casa.
Kerstin Schumacher LH
Adriana Zaragoza LCH
Depto. Psicopedagógico Kindergarten Campus Poniente
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